Cumplir algunas reglas
13 junio, 2018 | Anécdotas, Lo que me pasa, Reflexiones, Vivencias | 2 comentarios
Cumplir algunas reglas de convivencia es básico cuando se vive en sociedad.
Ello da orden, y la posibilidad de elegir a quienes no quieren seguir formando parte de ella.
Puede ser “la” sociedad o un pequeño grupo o una sociedad de amigas o una sociedad laboral.
Para irse de ese lugar hay varias opciones, desde disolver la empresa laboral, despedir a los amigos o alejarse físicamente de la sociedad en la que crecimos e instalarse en otro páramo o en otro país.
Y ello es así por cuanto algunos de nosotros preferimos el orden que nos brinda una organización para posibilitarnos realizar varias cosas en nuestro día a día.

Quienes…
crean tormentas para poder destacarse no perciben que esas tormentas son personales, que no son un modo de vida para todos. Que los sustos, desplantes, palabrotas y demás acompañamientos de la tormenta son solamente beneficiosos para su espíritu y no para el de todos.
Esto sucedió la semana pasada en una clase en la facultad.
Una de las alumnas, una mujer que rondaba los 60 años, desde el primer día de clase desafió a la profesora cuestionando la bibliografía que había usado, descalificó algunas de las lecciones que brindó hasta que finalmente la profesora se cansó y ante una nueva ofensiva tuvo que decirle en público que hablaran en privado sobre su continuidad en el curso, que a partir de ese momento prefería que no pertenezca más al grupo, teniendo la libertad de retirarse cuando quisiera.
Momento difícil…
para una clase entre adultos. Yo era un poco nueva en el curso, así que preferí no abrir la boca ya que la nueva debe pagar derecho de piso. Aunque en el fondo de mi corazón agradecí la puesta de orden de parte de la docente.
A todo esto la alumna, con quien yo había compartido algún recreo con café y scons, parecía una mujer fina, que dijo haber vivido en Europa, ya que debió irse del país por cuestiones que ubicaba en el tiempo de manera desfasada. En un segundo recreo, con café y scons en el medio por supuesto, agregó que había vivido en dos y tres países de Europa, pero agregaba a cada estadía más años de los que ella tenía.
Todo ello era regado con frases que repetía insistentemente luego de sus discursos, mencionando cuestiones relacionadas con el proceso militar vivido en la Argentina, y los atentados a la mutual judía AMIA. Eran frases completas, todas ordenaditas, como las que dice un actor que se aprende un libreto.
A la clase siguiente…
el personaje no formaba más parte del grupo de alumnos, había sido eliminada del whatsapp, y se informó que no había presentado los papeles necesarios para la inscripción el curso, a pesar que ya llevaba dos meses de cursada. Del pago, ni hablemos porque tampoco existió.
Difícil para la profesora convivir con estas situaciones que hoy en día resultan cuestionables, judiciables y reprochables.
Difícil también para una mujer de 60 años la circunstancia de ser eliminada de un grupo en el que no encajó, y además en donde hizo trampa ya que ni siquiera le interesó cumplir con los requisitos académicos.
Trabajar…
con personajes problemáticos siempre da resultado a quien lo protagoniza. Logra la atención de todos. Reina el desconcierto primero y el malestar después, el revoltoso se destaca y el resto permanece en silencio.
Quienes tratan de pacificar la cuestión y mantenerse al margen de la situación que no provocaron, quedan como cobardes que no quieren comprometerse.
Yo agradezco…
el orden logrado. De aquí en más las clases serán nutritivas para quienes hacemos un esfuerzo físico para cursar después de haber madrugado y trabajado todo el día.
Cumplir algunas reglas para lograr un orden y mantener al alumnado atento hasta alta horas del día, merece destacarse por sobre personalidades problemáticas que al principio son seductoras pero luego son tormentosas.
2 Comments
Patti
Es imposible avanzar sin orden, menos en el proceso de aprendizaje. Ayer tuve la experiencia de concurrir a un workshop sumamanete enriquecedor en la FADU espacio que me es absolutamente ajeno. Cátedra de Jorge Lo Ferla, teórica y práctica sobre libro de artista. En el diálogo entre docentes y alumnos reina la informalidad, en el trato absoluto respeto. Al final del workshop cada uno entregó su trabajo práctico, muchos expusieron su proceso creativo. El docente nos pidio a los invitados mostráramos nuestros procesos y explicáramos nuestros trabajo. Me pareció muy interesante poder escucharlos y ver con el interés que escuchaban y miraban el trabajo textil, del cual el titular de cátedra y su adjunto reconocieron ante toda la audiencia no conocer , mostraron mucha admiración por el trabajo manual! Seguiremos investigando sobre el enorme tema Libro de Artista.
Osobicha
Qué bueno. Tu vivencia nos muestra que el orden no es un tema de edades ni generaciones. El orden es respeto al tiempo del otro