Me fui a Jujuy, Argentina
26 septiembre, 2016 | Vivencias | 4 comentarios
5 de la mañana, arriba.
Me fui a Jujuy, Argentina por 5 días.
Viaje de chicas, viaje a otra cultura.
No sabía que un viaje tan sencillo a Jujuy podía tener una energía tan potente.
Llegamos al aeropuerto, y nos trasladamos a Tilcara.
En el pueblo no hay Bingo, no hay mucha internet, ni wi fi, ni shopping.
Es otra dimensión.
Hay otras cosas.
Hay calles con tierra, gente con trajes típicos de la Puna, mercados con verduras, mesitas donde se vende la carne de llama que la cortan con serrucho.
Hay zapallos anaranjados; papines marrones, amarillos y morados; locotos colorados.
Hay frutillas rojas, flores de colores, lanas artesanales.
Hay tiempo, hay sol, hay aire caliente en la cara, hay rocío a la noche.
Hay estrellas en el cielo, hay montañas, selva, llamas y manjares.
Desde Tilcara, salimos a pasear, y conocimos Huacalera, Purmamarca y Humahuaca.
Y en ese trayecto descubrimos un montón de otras cosas.
Que los cementerios se colocan en lo alto de la tierra, para evitar desastres cuando crecen los ríos.
Que los vivos veneran a los muertos, y que los muertos los cuidan desde arriba.
Que la Pachamama es tan importante como la religión.
Que los cardones crecen 1 centímetro por año, por lo tanto los que vimos tenían como mínimo 20 años.
Que los coyas no hablan con los porteños, porque la velocidad que llevamos impide que podamos comunicarnos fluidamente.
Que la tierra nos da todo, sólo hay que cuidarla.
Que en el cielo hay muchas estrellas, y que se ven todas las noches porque no hay contaminación visual.
Que los perros son adornados como las llamas, con banderitas de colores.
Que las enseñanzas de las madres se transmiten a las hijas por tradición oral.
Que así fue como nos enseñaron algunos puntos de bordado, a usar la pushka para hilar el vellón de lana, a trabajar en el telar.
Que así, con el tiempo que se detiene, o … que continúa su curso pero a otro ritmo o … que sigue igual que antes, pero distinto … Así, nos hicimos amigas las mujeres que fuimos a conocer otra cultura.
A pesar de todas las distracciones que nos mostró Jujuy, y que acabo de describir, nos dimos un tiempo para divertirnos.
Logramos amalgamar la mística de la cultura de la Puna con la diversión, y así reunir en un solo lugar la satisfacción de conocer otra gente que bien valió la pena.
Y fue ahí donde la mística de Jujuy, le dio lugar a la risa, y la risa a la conexión entre chicas, y la conexión a las ganas de continuar sembrando relaciones tan divertidas como las halladas en la Puna bajo un cielo lleno de estrellas, un sol radiante y una tierra mágica que nos ofrendó la Pachamama.
¡Hasta la próxima Jujuy!
B I C H A
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4 Comments
Carolq
Agradecida estoy de haber compartido este viaje con cada una de ustedes!!! Abrazo de cactus! !!
Osobicha
♥️
Sara
Desde que volvieron son otras, divertidas y contentas¡¡viva la amistad!!!!!!
Osobicha
Jajajaja siii que viva!