Reirse.

Un costumbre saludable o rara?

Leí en un artículo que reirse es una emoción que usamos para mantener lazos sociales.

O sea que la risa es lo que nos conecta con el otro.

Por supuesto que no es la única forma de hacerlo, eso ya lo sabemos.

Lo novedoso es saber que la risa no se produce porque nos gusta un chiste, porque me burlo, porque me divierto.

No.

Me río para conectar.

De hecho es una de los pocos lenguajes que los hombres entienden cuando no conocen ni hablan el idioma de otro.

Muchos gestos locales no son interpretados por un interlocutor que no habla nuestro idioma.

La risa es interpretada por todos, sin equivocaciones.

Qué pasa con la gente que no le gusta reírse?

Aquellos que les parecen tontos los motivos de nuestra risa.

Quienes no resisten que otros se rían de nimiedades.

Quienes no toleran siquiera escuchar la carcajada de un grupo que se entretiene y se conecta con la risa.

Parece que de esa forma, en realidad, lo que no están dispuestos a hacer es establecer lazos sociales con otros.

Que prefieren mirarse a si mismos, es vez de conectar.

No tienen la capacidad de abrirse. O no tienen la posibilidad de hacerlo.

No es que el chiste del otro no les guste, es su propia inseguridad lo que hace que no establezcan lazos sociales con otros.

Es su propia oscuridad lo que no les permite ver la luz que hay en la risa.

Más o menos parecido a querer vivir en el silencio, haciendo un culto de ello, frente a un grupo de amigos que se ríen a carcajadas.

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B I C H A

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